Hasta los periodistas, los que solo hacen criticar a los
demás, esos amarillistas que se aprovechan del dolor ajeno, están sorprendidos
porque jamás esperaron que, después del duro golpe del descenso, la hinchada se
comportará de esta manera en la b.
El América de antes, el de Gareca, Falcioni, entre otros, no
volverá a ser el mismo, pero algo sí es claro y es que todo lo vivido anteriormente
en el Pascual se siente de nuevo, esta vez de la mano de Lara, el encargado del
llevar al equipo escarlata a la primera A, el lugar donde debe estar, por su
historia y su gente.
Por: Sebastián López A.
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